Del Pep-Team al Tito-Team

Buenas amigos del balón, hoy os voy a hablar de las principales diferencias a mi entender del Barsa de Pep al de Tito. Al margen de su posición en liga, la diferencia de puntos con el resto de sus perseguidores, su fulgurante comienzo en Champions y Copa, y los recientes marcadores adversos, les aconsejo que lean esto casi omitiendo estos datos y basándose en la objetividad para comprender mejor este hermoso juego. Destaco las claves brevemente: sistema de juego basado en Messi, la no profundidad, y falta de marcas.

A priori, diríamos que tanto Pep como Tito tienen en común un 4-3-3, con dos laterales bien abiertos y verticales, un pivote, dos interiores y dos extremos. Lo que ha ido variando en el esquema de ambos entrenadores es la posición del delantero. En los primeros años de Pep, el Barsa si alineaba un delantero centro puro (Eto´o, Ibra, Bojan…), pero con la ultradigievolución de Messi al nivel hipercampeón, fue la pulga quien pasaba a ocupar ese sitio, librándole de la opresión de jugar en banda y dando más juego por el medio. Ya en el tercer año de Pep hasta ahora con Tito, esta posición es exclusiva de Messi, donde lo único que se discutía es la involucración de Messi a la hora de crear, descartando por completo la opción del 9.

 El problema de este sistema es el excesivo embotellamiento por el medio, dando la sensación de que sobran jugadores en el centro del campo y faltan arriba. A mi juicio, dirían casi que estorban, me explico: el Barsa juega con dos interiores pegados al pivote, estando ya tres jugadores en 30 metros para llevar la pelota de un extremo al otro. Si añadimos más, y si la pelota por antonomasia tiene que pasar, si o si, por Messi, son al menos tres, cuatro jugadores los que se encargan de llevar la pelota de banda a banda, abusando del pase corto, del pase a dos metros que no elimina rivales; más bien hace que al equipo contrario le dé tiempo a replegarse si alguien pierde la posición. Por tanto el esquema queda en un 4-4-2, siendo 4 centrocampistas y dos extremos.

Pep supo corregir esa falta a veces de profundidad con el llamado falso 9, donde un centrocampista ocupaba posiciones más adelantadas. ¿De dónde viene este falso 9? Remontándonos a los inicios del Pep-team, los dos extremos abrían el campo, los laterales ayudaban en banda, el delantero centro sacaba al central del área, y el interior ajeno a la posición de la pelota era el que entraba a rematar. Eso pasaba cuando se fijan centrales; al no estar Messi por la labor, se ideo ese llegador permanente. El problema de ese sistema es cuando la defensa se te planta bien cerrada en autobús, aun así, es un buen método para no embotellar el centro. Tito lo ha desechado, o al menos, Cesc no lo hace igual de bien que el curso pasado.

Para más toque, por si Tito pensaba que faltaba, ha desechado el jugar ya con dos extremos, dejando solo a Pedro como delantero nato, y ahora es Iniesta quien ocupa ese puesto de falso extremo, viniendo también al centro a crear y dejando su carril más a merced de su lateral. Esto no solo hace que ahora ya haya cinco tíos para tocar y cero para rematar (al fin y al cabo, Pedro está anclado en un extremo, y no puede hacerse cargo el de todo el frente de ataque), sino que también le quita al Barsa esa superioridad en banda que tan buenos resultados le había dado hasta ahora. Esto provoca que el Barsa se olvide de avanzar, de tirar, de contraatacar, del futbol vertical y rápido; esa desesperación de llegar a línea de fondo y no centrar (no hay nadie a quien), de meter un pase directo al punta, etc.

Lógico que el Barsa haya perdido efectividad arriba, y es que no nos engañemos, con este sistema el único que marca es Messi, pues es quien hace lo que quiere y todas las pelotas han de pasar por él. Si quitas delanteros, es como si vas a cazar con un gato (como nos diría The Special One). Pero mientras Messi es el que más se beneficia de este sistema, Villa es su contraposición. El Guaje, acostumbrado a buscarse las habichuelas por su cuenta, se ve encerrado en una posición fija. Ha perdido su autoridad de hacer lo que quiera arriba, estando subordinado al juego del toque excesivo. Además, ahora el Barsa solo juega con un punta, que es un extremo puro, y no un cazagoles autentico como es el Guaje. Una pena joder al máximo goleador de la historia de la Selección de esta manera.  

Pero si realmente hay una diferencia clara, a mi juicio, es a la hora de defender si balón. Al concentrar tanto centrocampista, nadie asfixia al rival arriba, como ocurría antaño, donde el barsa no te dejaba sacar la pelota. No hay ayudas en las coberturas, o al menos, yo todavía no he visto ni a Cesc, Iniesta, Xavi o Messi correr como un poseso para atrás para tapar a un compañero (Thiago si hace más sacrificio en este aspecto).

Sobre todo, el fallo de este Barsa es a la hora de coger las marcas. Antes con Pep, al tener cada jugador una posición fija, cuando tocaban, sabían a quién tenían que cubrir si la perdían; y si un interior o un extremo rompían por el medio, un compañero ocupaba su marca, haciendo con esto muy complicada la posibilidad de contra. Ahora, al estar todos por el medio, moviéndose para no estorbarse, y preocuparse solo por ver quién da el pase más corto del Guinness, se despreocupan de las marcas. De los titulares solo Busquets sigue haciendo esto (sin duda, de los jugadores más inteligentes que hay, tienes que verlo en directo para darte cuenta de la cantidad de campo que cubre el solo), y esto propicia que se vea desbordado ante una contra, como vimos en el partido contra el Granada recientemente, donde un equipo normal te crea problemas de la nada.

¿Qué ocurre cuando de verdad te enfrentas a un equipo Champions? Pues que aparte de verse todas estas carencias, te das cuenta que este sistema está hecho a la medida de Messi, hecho principal de por qué en su selección no llega al mismo nivel, ya que allí no todos juegan para él. Por tanto, si anulas a Messi, si este no tiene su día, o cualquier otra excusa, el Barsa se atasca, pues no tiene ese plan B que se ha visto tanto con Pep y ahora con Tito que necesita. Aun así, desde aquí deseamos lo mejor para el equipo blaugrana y que consiga pasar a la siguiente ronda de Champions.