"Disfruta del fútbol y no te preocupes de nada más"

lunes, 18 de marzo de 2013

Granada-Levante


El partido de ayer se preveía trabado, con pocas ocasiones, y no nos equivocábamos. Debajo de la intensa lluvia que nos bañó se dibujó el partido que Juan Ignacio Martínez quiso. El equipo de Lucas Alcaraz no fue capaz de dominar a un rival que venía acusando el desgaste europeo del jueves. Ni así.

Once tipo el que sacó a Alcaraz, donde los dos delanteros centro son inamovibles, la defensa incuestionable, el doble pivote insustituible. Lo único que baila son los extremos, ayer Buonanotte por Torje. El resto, el de siempre. Por su parte, Jim salía con una mezcla de titulares y suplentes, comandados por un sensacional Iborra (ojo a este mediocentro de gran llegada, buena salida de pelota y potente disparo) y por un omnipresente Michel, que supieron manejar el partido a su antojo. Interesante también ayer el puesto de 9 en los granotas, pues tras la salida de Martins al Seattle y a la espera de que llegue Mate, solo tenía como delantero al ex del Bolonia Acquafresca. Aun así, Jim opto por dejar a éste en el banquillo y sacar de falso delantero centro a Valdo, que a pesar de ya haber desempeñado esa función en Osasuna y Español, no es su demarcación puntera. Con ello buscaba balones a la espalda de los centrales, dejando espacios a la segunda línea, así como tener más posesión de balón controlar más el partido.

Tuvo que cambiar su esquema con el gol de Siqueira (de penalti claro), sacando ahora si a su delantero centro italiano, y pasando Valdo a ocupar la banda derecha en detrimento del desaparecido Pedro Ríos. Doble resultado, pues no solo empató el partido el Levante, sino que al tener al rápido Valdo en banda para aprovechar las contra y buscar los espacios, Siqueira se prodigó mucho menos en ataque.

Si me centro más en el Levante, es porque el Granada apenas daba señales de vida. Si me disculpáis, diré que ayer Lucas Alcaraz parecía un tanto obtuso en su planteamiento. Primero al meter a dos extremos a pierna cambiada, ya que ninguno se dedicaba a centrar, y claro, para que quieres sino a dos delanteros centro si no hay quien les colgara pelotas. Además, Buonanotte supuestamente dejaba su banda para venirse a la mediapunta y ayudar en la creación, dejando su banda a Nyom, pero poco supimos del lateral camerunés en ataque, y aún menos del mediapunta argentino en labores de creación. Además, el ex del Málaga comete el error de muchos jugadores argentinos en su misma demarcación, usando siempre el mismo regate, y chupar hasta que ya no quede otra, en vez de pasar a la primera, chutar, o simplemente avanzar hacia arriba ( y girando siempre, como dirían los extraterrestres de los Simpsons).

Segundo, era clara la superioridad física y territorial del levante. Tres en el medio por dos del Granada, donde Mikel y Recio se veían incapaces de sacar la pelota, tal vez debido a la manía de escorar a un medio a banda, adelantando al lateral, buscando así que su marca granota le siguiera, dejando al medio rojiblanco solo y con superioridad en esa banda. Eso puede que funcione con equipillos de segunda, no en Primera. Y es que la línea defensiva del Levante no encontró ayer partido más cómodo posible. Ayer, los granotas al disponer de superioridad, mandaban en las ayudas en banda hasta dos mediocentros, dejando al ancla de Vyntra como tapón por delante de los delanteros del Granada. Se notaba un tremendo vacío entre los medios y la delantera ayer, haciendo al equipo excesivamente largo, y es que no se puede pretender que ni Mikel ni Recio te suban la pelota treinta metros para dársela al pie al delantero. Todavía se puso más cómico el partido, cuando como plan B eligieron el pelotazo a Ighalo y Aranda para que éstos la bajaran. Eso en un equipo con las torres del Levante es misión imposible.

Y al fin, tras una hora de partido donde ningún delantero hizo amago de jugar y donde la apisonadora granota nos pasó por encima, salió Brahimi, mediapunta para enlazar con los de arriba. Cambió el partido. Ahora era el Granada quien dominaba, con Brahimi como director de orquesta moviendo al equipo de un lado se vio a un equipo que llegaba más, pero faltó el remate, donde ayer Aranda estuvo negado, más preocupado por darle su merecido a Ballesteros y David Navarro que por anotar. Las contras del Levante se ahogaban arriba (se notaba el cansancio) gracias también a un de nuevo imperial Mainz y a un sensacional partido de Iñigo.

Alcaraz se la jugó; retiro del campo a Recio y dio entrada a El Arabi (y que este tío cueste 5 millones y yo aquí…). A pesar de retirar un mediocentro, el Granada no notaba la ausencia, quizá también porque ya el partido no requería masticar la jugada, sino hacer el Oliver y Benji e ir todos al ataque. Igual que pudo salir cara para el Granada también pudo salir cruz, y es que Jim, sabedor del entusiasmo de los locales por ir arriba, saco primero a Roger para darle pausa al juego, y al Zhar para aprovechar las subidas de siquiera y matar el partido. Pero de nuevo se chocaban con los centrales rojiblancos.

Para acabar el partido, nada mejor que una clamorosa mano no pitada por el colegiado cuando Nolito hizo su decimonovena internada en el área sin éxito. Tampoco vamos a echarle la culpa al árbitro, ya que también nos perdonó una posible roja a Nyom con el partido nada más comenzar.

Hace falta cambios en el equipo si queremos salvarnos, como la inclusión desde ya de otro centrocampista al equipo, y salir desde el primer minuto como estuvo ayer el equipo con Brahimi. Sin duda el jugador argelino junto con Mainz fue la nota positiva de este Granada, mientras que Valdo por su sacrificio y Michel e Iborra en el Levante fueron los más destacados.


jueves, 14 de marzo de 2013

Bayern de Munich-Arsenal


Partidazo el que nos regalaron el Bayern de Munich y el Arsenal la pasada noche en el Allianz Arena, donde pese a la eliminación gunner (otra más en octavos, y ya llevan varias seguidas) el equipo de Wenger dio la cara y a punto estuvo de dar la sorpresa. El choque de anoche enfrentaba a dos equipos que les gusta eso de tener la posesión, tener un 9 no estático, que participe, extremos rápidos que tienden a irse al medio y laterales ofensivos.

Que el resultado no les confunda, pues el Arsenal no fue tan superior al Bayern como refleja el marcador, corto a mi entender, pues ambos conjuntos dispusieron de varias para aumentar su casillero. El conjunto germano dominaba el encuentro, no tanto por el juego de toque sino más por lo físico, donde era infinitamente superior a su rival. El Arsenal se veía incapaz en la presión (solo Arteta estaba por la labor) y nulo en la subida de pelota (todavía no veo en el partido la participación de Ramsey o Rosicky). Pero claro, era lo que había, sin Podolski para meter miedo arriba (más que nada, por tener otro delantero) y con Wilshere lesionado, la salida de balón, el dominio inglés, la remontada, no era más que una utopía.

A pesar de ello, vimos un partido estelar de Mikel Arteta (Marqués, selección ya, por favor), cuya consigna era frenar las contras letales del Bayern, tapar a Kroos una vez recibiera en campo rival, además de apoyar defensivamente en las zonas del balón cuando los alemanes atacaban, y actuar como quinto central en los centros laterales, pendiente siempre él del rechace (insisto, Ramsey nulo). Lo malo es que al pobre le duró la gasolina hasta mediados de la segunda parte, donde vimos como el Bayern se sentía más cómodo tocando y corriendo en vertical.

En la cara opuesta de la moneda tenemos a Javi Martínez. Le costó un cuarto de hora asentarse en el partido; apenas entraba en juego, fuera de sitio en las pocas contras inglesas (véase en el primer gol) e incluso falló en el marcaje a Koscielny en el segundo tanto gunner. También es cierto que el juego de Bayern no le favorece, y es que no nos engallemos, el club bávaro no es del tipo de toque al que estamos acostumbrados, sino que basa muchas de sus oportunidades en el juego individual, ya sea de Robben, Ribery, Kroos, Mandzukic o Muller (el mejor ayer).

Se notaba en los ingleses la falta rapidez y fluidez en su juego. Sin Wilshere, era Ramsey el encargado de ello, pero solo se le vio en el primer gol, al igual que a Rosicky, que demostró que ya le vienen grandes este tipo de partidos. Quizá tampoco ayudó su posición (mediapunta) pues entre Luis Gustavo y los centrales que pasaban por allí, no daba ni una. Mejoró cuando Wenger le alineó junto a Arteta. Cazorla, excesivamente escorado, se le vio poco o nada, y es quizá el que más acusaba la falta de fluidez de su equipo, pues cada vez que recibía tenía encima a Lahm y Muller sumado a la ayuda con la mirada de Javi Martínez.

Sorprendente lo poco explotado que estuvo Alaba en el lateral zurdo, donde ni Walcott ni Jelkinson (el ayer lateral diestro inglés) no le buscaron ni las cosquillas, a pesar de que Robben no quería saber nada de defender. Por cierto, el holandés parece ser que faltó el día que enseñaron el pase, porque no levantaba la cabeza, una vez recibía encaraba al rival, aun estando en su propio área (eso sí, saco tres amarillas a los contrarios).

Curioso también los dos delanteros centros. Tanto Giroud como Mandzukic estaban empeñados ayer en no pisar área rival, y moverse más por la zona de tres cuartos. Lógico en los gunners, pues sin esa alternativa que les daba el galo de mandarle el pelotazo y éste la bajaba y repartía de espaldas ni siquiera tendríamos constancia de los defensas alemanes. Pero no entiendo al croata del Bayern, que atascaba más el juego de su equipo.

Una de las claves del choque fue sin duda la profundidad. En ambos bandos. En los alemanes, al no querer llegar al área en muchas ocasiones le creaba contras innecesarias que en lugar de iniciarse a 80 metros, se generaban en el centro del campo. Por parte de los ingleses, tres cuartos de lo mismo, ya que Giroud atraía al medio a Dante y a Van Buyten. Menos mal que Wenger se dio cuenta tras 160 minutos de eliminatoria cuales eran los problemas. El que ya hemos dicho más el juego por las bandas para abrir el campo. Con Gervinho y Chamberlain obtuvo más sensación de peligro. De hecho, a pesar de que el Arsenal no llegara con tanta asiduidad a la meta de Neuer, todas sus ocasiones eran bastante buenas, lástima que su pólvora estuviera mojada.

Una pena que el Arsenal se quedara sin su premio final, pero es lo que tiene el no tener esas individualidades que te resuelven un partido, y que son tan esenciales en esta Copa de Europa. 

miércoles, 6 de marzo de 2013

Borussia Dortmund-Shakhtar Donetsk


Choque de estilos del que disfrutamos ayer en el estadio Signal Iduna Park del Borussia Dortmund que enfrentó al conjunto bávaro contra el equipo ucraniano del Shakhtar Donetsk. Duelo entre dos maneras de ver el futbol, el futbol de conjunto ante el individualismo, físico ante velocidad, orden ante anarquía, Champions League en estado puro.

Y es que mientras que el conjunto de Jurgen Klopp es muy ordenado, donde cada jugador cumple una determinada función, prima el conjunto a la individualidad, se busca la superioridad numérica en todas las zonas del campo, el pase como máxima, el gol como objetivo final, el equipo ucraniano dirigido por Lucescu es más desordenado, con esa mezcla rara de jugadores del este y brasileños mezclados, donde lo mismo ves que el pivote se hace una jugada individual arriesgando con la pelota de punta a punta del campo, como que sea el lateral el que organice el juego.

No os debéis fijar en el marcador, pues el Shakhtar también tuvo sus ocasiones, y los goles germanos llegaron de errores puntuales. El primero tras un córner sacado por Mario Götze (provocado por el mismo tras un disparo) que Santana, sustituto ayer de Hummels cabeceo a la escuadra. El segundo, tras un centro de Lewandowski (el delantero centro) a Götze que tras una sensacional anticipación a su marca bate al portero. Y el tercero, tras un potente disparo de Gundogan que se le escapa de las manos al portero Pyatov y que Blaszczykowski envió el rechace al fondo de las mallas.

Viendo el partido te das cuenta rápidamente a que juega el Dortmund, y sobre todo como juega: como un equipo, es decir, todos presionan, todos defienden. Su manera de mover la pelota no es cansina como a veces se hace el juego de España o del Barsa, sino que tocan siempre para finalizar la jugada, y si no se pueden pasan al plan B, que es balón al punta para que éste prolongue a sus mediapuntas, ya sean Götze o Reus, dos chavales a los que aquí catalogaríamos de jugones. La manera de moverse de los dos mediapuntas y el delantero se asemeja mucho a una clásica rotación de futbol sala, en la que me muevo donde paso para generar superioridad y por el otro extremo siempre está el pase seguro. Magnífico. Si a esto sumamos los grandes mediocentros que tiene el equipo, como Bender o Gundogan, que siempre están donde se les necesita, haciendo jugar a los demás, y ambos llegadores, mas Sahin (suplente de momento) te das cuenta que este equipo es muy temible.

Por parte ucraniana, se nota y mucho la salida del medio William, pues ni Tomas Hübschman ni Stepanenko saben mover al equipo, y Fernandinho (el otro del doblepivote) no es que la pase mucho que digamos; de hecho ayer fue el más peligroso del equipo con sus internadas como si del PES 2012 se tratara. Basa mucho su juego en los dos extremos (muy habilidosos y rápidos eso sí), y a sus endiabladas diagonales, pero su físico está a años luz de los alemanes, que con soplarles ya estaban en el suelo. Si además sumamos que su mediapunta armenio Henrij Mjitaryan estuvo desaparecido, y Luiz Adriano demasiado solo arriba y bien anulado por las dos torres germanas, lógico que acabara el partido como acabo. Con decir que el organizador ahora del equipo es el gran capitán croata Srna, apaga y vámonos.

A pesar de todo, tanto el extremo Douglas Costa en una sensacional carrera (llego delante de la portería 
sin fuerza y sin aliento) y Adriano pudieron acortar ventaja, además de un penalti clamoroso no pitado al delantero brasileño, y también el Dortmund dispuso de otras ocasiones claras para ampliar la ventaja, pero Götze no estuvo acertado de cara a puerta.

Las claves del partido fueron la calma del conjunto de Klopp que supo jugar tranquilo gracias al  marcador favorable de la ida, y que Lucescu quizá no se daba cuenta que su delantero solo no hacía nada entre dos defensas solo para él y que quizá otro delantero como Eduardo (ex del Arsenal) o simplemente reforzar el medio quitando al mediapunta armenio, no hubiese habido tanta superioridad del Dortmund en el medio.



Manchester United-Real Madrid


Mou sacó a su once de gala, con Varane consolidado como central titular y dejándonos de tonterías sobre Kaká y sus resurrecciones; el titulas es Di María. Delantero centro, Higuain, buena elección; Benzema está fuera de forma, apagado, y es menos sacrificado que el Pipa, pudiendo bajar a defender y servir al equipo.

Ferguson apostó por dejar en el banco a Rooney y Kagawa para jugar con jugadores más veloces y experimentados. De esa forma dispuso de tres mediocentros: Carrick como pivote, muy preocupado por las coberturas a Rafael para frenar a CR7, Cleverley, para sacar la pelota y dejarse el alma defendiendo junto a su compañero ingles en el medio para tapar las internadas por el centro del Madrid; y como clave, el galés Giggs, donde se vio más que nada su experiencia en este tipo de partidos, dándole la pausa al juego cuando lo requería, corriendo solo cuando hacía falta (y no a lo loco), y en general manejando el partido a su antojo. Dos extremos rápidos que defendían sin defender y el goleador Van Persie.

Cuando digo lo de defender sin defender, no me refiero a la defensa pasiva que por ejemplo hacen Benzema o CR7, no. Sir Alex planeó dejarlos bien abiertos y siempre arriba, para que de esta manera no subieran Coentrao ni Arbeloa a la vez, obligando siempre a dejar a tres defensas del Madrid atrás, más un cuarto que ayudase (de ahí que Xabi tampoco le viésemos pasar de la zona de tres cuartos). Aun así los dos laterales blancos realizaron un sensacional partido en defensa. En especial me gustaría destacar a Arbeloa, que le tocaba defender a Nani y a Evra, y lo hizo de forma sensacional.

La consigna de Sir Alex era clara, esperar y a la contra, y es que el empate a cero les valía para pasar, ahogar a CR7 con tres tíos solo para él (Rafael, Ferdinand y Carrick) y aprovechar su poderío físico para anular a Di María, Ozil y al Pipa, y dejar la creación a Khedira, que pese a su nulidad en esta labor, ayer fue un jugador TOP demostrando su corpulencia y derroche físico al multiplicar sus labores ejerciendo de pivote y lateral al mismo tiempo.

Pues bien, el plan de Ferguson estaba siendo llevado a cabo a la perfección. El Madrid no se encontraba cómodo, y para más índole, Di María se lesionó dando entrada a Kaká, y al menos yo me temía lo peor. Pero claro, ahí es donde The Special One saca a relucir lo que sabe, que es más que casi nadie en este mundo. Le dio a Kaká las directrices y las llaves del partido. ¿Exagerado me llamáis? Bueno, analicemos bien el papel de Kaká. El no salió para que le dieran la pelota y te la liara a lo Ozil, ni para que se fuera de cinco tíos como en sus tiempos mozos, dudo siquiera que Mou confiara en que marcaría gol (a pesar de que le dio al palo…de rebote). Kaká solo se dedicó a hacer una cosa, pero que fue más que necesaria: diagonales a banda. De esta manera, obligaba a un central a seguirle siempre, liberando a CR7 de uno, quizá dos marcadores, dándole más libertad. Y no solo a él, sino también al Pipa y a Ozil.

Nada más comenzar la segunda parte el United se adelantó tras una jugada bastante desafortunada, Ningún defensa acertaba a despejar el balón, ningún delantero a chutar, el linier tampoco acertaba en levantar la bandera y señalar fuera de juego a Van Persie, y finalmente, Ramos no acertaba en el despeje. Tocaba remontada. No era la primera vez.

Sin duda el partido cambio con la expulsión de Nani, dejando al Manchester con uno menos. Si es roja o no, no os engañéis, no depende de vuestro criterio arbitral, depende del color de la camiseta que améis. Pero, si me dejáis, y me creéis que yo analizo objetivamente la jugada, no como esos grandes comentaristas antimadridistas (Maldini), la jugada es igual que la de De Jong a Xabi, con la salvedad de que a uno le da en el pecho y a otro en las costillas. Ambas son involuntarias, pero si eres capaz de quitarte de gilipolleces, ver el video, y ver como Nani al darle NO RETIRA la pierna, sino que la alarga, veras la roja. Hay que subrayar que no debe de haber sangre ni vísceras por los suelos para que una entrada sea roja. Otro detalle, si en vez de ser Arbeloa, es por ejemplo Dani Alves que es más bajo, no hubiera saltado al balón con el pecho, sino con la cabeza. Adivinad donde le hubiese dado Nani entonces…

Con Nani fuera, y por consiguiente la estrategia de Ferguson en los vestuarios, Mou volvió a darnos una lección de cómo se juega a esto. Primero dio entrada a Modric (clave con su golazo en el que De Gea no pudo hacer nada), luego, viendo que el United defendía en su área, embotelló el mismo el área, metiendo al Pipa y a CR7 pegados a los centrales, y a Kaká, Ozil y Modric (3 mediapuntas) intercalando posiciones con los dos delanteros, de manera que fueran no abriendo la defensa, sino sacarlos de su sitio, como se vio en el segundo gol, donde un croata, un argentino y un alemán se sacaron un jugadón de esos dignos del Barcelona para que CR7 acabara con su ex equipo. Como bien dijo el gran Marcos López, la clave era Ozil; desaparecido en la primera, una vez que entro Kaká el alemán quedo mucho más libre para hacer lo que mejor sabe hacer: fabricar magia, futbol…goles.

Sorprendentemente, a pesar de tener el marcador a favor, ventaja numérica y más tíos en el centro del campo que el United pusiera en serios apuros al Madrid, y es que si de algo se caracterizan los equipos ingleses es que una vez roto el partido, los tíos del medio sobran. El Madrid no era capaz de controlar el juego a pesar de tener tres centrocampistas contra uno (Cleverley dio paso a Rooney), y el pelotazo de los ingleses generaba demasiados problemas a los blancos, hasta el punto que emergió la figura salvadora de Diego López, siendo clave con dos paradones en los minutos finales. El sueño de la Décima sigue vivo.

lunes, 4 de marzo de 2013

Granada - Mallorca


Dura derrota del Granada en el estadio de Los Cármenes, donde un Mallorca inferior se llevó los tres puntos, y hace que nos volvamos a meter en la lucha por el descenso de manera directa. Y es que el conjunto de Gregorio Manzano supo sacar el máximo partido a sus ocasiones; venía con la soga al cuello y sabiendo lo que se jugaba consiguió sacar partido de las dudas rojiblancas y asestar la estocada mortal. Se dice que el tigre, sabedor de que le llega la hora, le echa más huevos al asunto…

Como novedades en el once de Alcaraz, Juanma Ortiz ocupaba el lateral derecho y Buonanotte el extremo diestro en detrimento de Nyom y de Torje. Precisamente esta nueva sociedad que probaba el técnico del Granada dio origen al primer gol. Balón largo del extremo argentino que recoge Ortiz, apura línea de fondo y recorta a Luna (ex del Sevilla y lateral zurdo) para poner un centro medido a la cabeza de Nolito, que sólo tuvo que empujarla.

Se va notando ya a que juega este Granada, donde la prioridad principal es que se abandona el pelotazo, y la pelota ha de salir siempre jugada por los centrocampistas. Claves en este sistema son por tanto Mikel y Recio, medios a los que les gusta tener el balón, conducirlo, llegar… pues bien, este doblepivote además tiene la premisa de trabajar junto y escalonado, me explico. Los dos a priori juegan el línea, pero cuando el balón va a un central o a un lateral, el medio más cercano apoya en banda, y mecánicamente, el otro se sitúa a 20 metros suya por el medio, de manera que estén siempre juntos.

A este sistema se le añade el extremo opuesto al balón, que viene a apoyar también más al medio, dejando ese carril ya para el lateral. También influye el tener dos puntas. Cierto que Ighalo hace las veces de mediapunta, pero por lo general siempre vendrá el delantero más pegado a la zona del balón a recibir o a apoyar en banda. Quedando siempre los jugadores de la granada bien pegados entre sí, para de esa manera siempre tener pase asegurado y no tener que jugarse al pelotazo.

Claro, esto en la pizarra queda de cojones, pero cuando ves te ves empatado, te entran los nervios y el canguele, te olvidas de lo ensayado y juegas a tu juego habitual, el patadón. Si encima los medios se ahogan y no llegan a su sitio de apoyo, apaga y vámonos. Y esto es lo que le pasó al Granada a partir del gol del Mallorca.

El gol, obra de Alfaro (otro ex del Sevilla), llegó tras un mal despeje de Iñigo (muy inseguro ayer) que le dejó la pelota a Giovanni. El mejicano, jugador muy habilidoso, potente, fuerte y descarado, desbordó a Iñigo y apurando línea de fondo centró un balón raso al segundo palo que nadie acertó a interceptar.
Con el empate a uno entró en juego el trivote que puso Manzano, queriendo ahogar ese sistema de juego ya mencionado. Con Martí apoyando en las bandas, Tissone preocupado más por pegar que por crear, y Geromel que era la sombra de Mikel, el Granada no lograba dominar claramente el juego. Incluso el Mallorca daba esa cierta sensación de peligro con su tridente arriba formado por Alfaro, Casadesús y Gio, que sin llegar a puerta creaban las dudas en la zaga local al ver que no lograban arrebatarles la pelota.

A pesar de esto, el Granada tuvo varias ocasiones claras en los pies de Aranda, quien dispuso de dos mano a mano ante Aouate, pero la primera la mandó al lateral de la red, y la segunda, fue el meta Israelí quien le despejó el balón, cayéndole al nigeriano Ighalo, que hizo lo que mejor sabe hacer, enviar la pelota por encima del marco rival. No quiero ser cruel con el nigeriano, pero hay que decir que ayer estuvo cuanto menos horroroso. Espeso en la mediapunta, no llegaba, no acompañaba, y estaba más preocupado por ser el ojito derecho del míster bajando a defender que en crear peligro. Con decir que no hizo su famosa cola de vaca que nos deja cada partido…

Se notaba que a los rojiblancos les faltaba oxígeno en el medio, orden para crear, aire fresco para subir la pelota… bueno, al menos yo se lo notaba, porque parece que Alcaraz pensaba que tanto Nolito como Buonanotte eran los que fallaban. El extremo gaditano, ex del Benfica,  no sólo hizo el gol, sino que fabricó junto a Siqueira claras ocasiones de gol, daba salida por banda al equipo desembotellando el medio, y trabajaba en defensa. Por su parte, el extremo argentino maravillo a la grada con sus regates verticales (no como Brahimi, que regatea a uno y no encara portería, sino que sigue), sus pases y su descaro. Apoyaba en la mediapunta y generaba superioridad por el medio. Lástima que no le acompañaran los de arriba. Con Brahimi y Torje en el campo, el equipo parecía más inofensivo, sin un plan de ataque claro, casi esperando un milagro. Fugaz el paso de El Arabi ayer, que sustituyó a Ighalo, o al menos eso dice el periódico, porque yo ni le vi…

Los mejores del Granada una semana más fueron el capitán Diego Mainz, que se le ve ágil, con confianza, contundente al salto y al corte, rápido y que ayer era el que más seguridad daba en defensa; y Siqueira. El lateral brasileño ha vuelto a sus andadas de ser un puñal por banda, a ser el plan B cuando la estrategia falla, aparece el como un rayo para desbordar, colgar el balón al área y generar peligro.

Del Mallorca quisiera destacar a Gio. El canterano del Barsa hizo alarde de sus excepcionales cualidades físicas para regatear y poner en caos el solo a la defensa de Alcaraz; suyas fueron las dos asistencias del conjunto mallorquín. También me impresionó satisfactoriamente el lateral Hutton. Típico defensa ingles que basa su juego en su poderío físico, pero que además sabe moverse sin balón.

Puede que el castigo  que se acabó llevando el Granada fuera excesivo con el gol en contra en el descuento, pero así aprenderán a no jugar con fuego, a que esto es Primera y un error te mata, el no rematar el partido tiene sus consecuencias, a no perdonar a un rival que deambulaba por el campo y se contentaba con el empate a base de pelotazos para perder tiempo. Que el árbitro no señalara un penalti clamoroso de Nunes a mí me trae sin cuidado, pues si realmente hubiésemos materializado nuestras ocasiones, dejaríamos de llorar en temas tan absurdos… casi parecemos el Barsa