"Disfruta del fútbol y no te preocupes de nada más"

martes, 28 de mayo de 2013

Valencia C.F. - Granada C.F.

Partido de objetivos dispares en Mestalla el pasado domingo. El Granada luchaba por asegurar matemáticamente la permanencia, y quizá se notó en su juego que lo tenían casi hecho antes de jugar. El Valencia, aprieta en este final de temporada para llegar al sobresaliente después de dejarse deberes sin hacer a lo largo del curso, y se lo está mereciendo.

El Granada sacó su once de gala, con la salvedad de Torje por el sancionado Brahimi (acumulación de tarjetas), y Buonanotte en la mediapunta en detrimento de un punta del clásico 4-4-2 de Alcaraz. Igual la gente se dio cuenta de porque el jugador argentino no habitúa a jugar de inicio, y es que entre que el planteamiento de contragolpe del equipo no ayuda en su juego más pausado y de toque, y la cortina de humo que es en realidad este jugador, se vio muy poco al ex del Málaga. Torje, en su empeño por quitarle protagonismo a Nyom en el lateral derecho, incluso se retrasaba más que el camerunés. Ni le recuerdo pasar del medio campo.

El Valencia alineó a su once de circunstancias, con Mathieu reconvertido a central (vaya descubrimiento), Bernat de extremo por la derecha (siendo zurdo cerrado) y Banega de mediapunta por delante del doblepivote formado por Parejo y Albelda. Minuto 6 de partido. Ovación más que merecida al eterno capitán ché; su entrega y dedicación a la camiseta es todo un ejemplo no solo para valencianistas, sino para cualquier deportista. Chapeau.

El partido carecía de un ritmo frenético típico de las circunstancias. El Granada se veía salvado (y más cuando a los 10 minutos ya perdían sus rivales) y el Valencia se dejaba llevar por esa corriente de equipo grande de: ya llegará el gol. Sólo Soldado, quizá el que más se jugaba de verdad (por eso de ir a la Selección y tal) puso ese toque desequilibrante al partido. El nueve ché fue un constante quebradero de cabeza para Mainz y Diakhate, de hecho, no recuerdo un partido con tantas incomodidades para esta pareja. Una pena que Soldado no aprovechase las ocasiones, pues cada vez que el Granada llegaba (a eso de una ocasión cada media hora), llegaba con peligro, y realmente el que se la jugaba eran los valencianistas.

Nyom y Siqueira, en su línea estelar cada uno, seguían con sus fallos tácticos que generaban ocasiones desde los costados. Cada vez estoy más convencido de que más que falta táctica de ellos, es del entrenador, pues no puede ser esa basculación hacia el interior tan extrema queriendo que sean los propios interiores quienes cubran las bandas. Así vemos que el gol del Valencia, Siqueira en vez de ir a tapar el centro, se queda a cinco metros intentando quitarla con la mirada, Soldado se escapa de Mainz y hace lo que mejor sabe: matar.

El Arabi, una isla entre la defensa del Valencia (vaya partido cómodo atrás) ni la olió, y Recio, en su empeño por tener el record de la liga de centrocampista con menos pases, descolocaba a todo el equipo con sus eslalon maratonianos para perder el sitio. Ighalo y Aranda no mejoraron lo que había tampoco en la segunda mitad, pero al menos le echaban más nakasones al asunto, poniendo los huevecillos de corbata a algún valencianista que otro.

Valverde, quien suena como posible sustituto de Vilanova, ha demostrado ser entrenador top, cogiendo a un equipo desesperado, sin fondo de armario y de recortes e ilusionarles con volver a lo más alto. Gran trabajo la del entrenador del Valencia, cuyo descubrimiento de Mathieu como central es meritorio. Sin duda el galo fue el mejor del partido, pegándose motivadas a lo Oliver y Benji de correr 80 metros de área a área y finalizando siempre (más o menos bien) la jugada, y cortando siempre de raíz los contragolpes del Granada.

Mikel Rico el mejor de los rojiblancos. El centrocampista vasco hizo un despliegue físico escandaloso gracias a las perdidas continuas de posición de Recio (también mérito del juego colectivo y de toque del Valencia). Pero no solo era efectivo en defensa, sino que movía la pelota con criterio en ataque, haciendo que los jugadores del Valencia también corrieran un poquito detrás del balón. Encima se dejaba prodigar en ataque, volviendo el primero a defender. All round midfield llamado en Inglaterra. Tremenda la entrega de este jugador.


Finalmente, con el pitido final (bien podía haberse ahorrado el árbitro toda la segunda parte), el Granada consiguió su principal objetivo, la permanencia, y podremos disfrutar nuevamente en Los Cármenes de Cristianos, Messis y…hasta de un Neymar!!

martes, 14 de mayo de 2013

Real Sociedad - Granada C.F.


¡¡Qué bonito es el futbol!! Resumen final y rápido del partido que vivimos anoche en Anoeta. Un gol salvador de Recio establecía el empate a dos en el marcador en el último minuto del encuentro, otorgando un punto vital para el conjunto rojiblanco de cara a la permanencia, mientras que apretaba las cosas por arriba para la Champions. Lloraba de alegría, me pelaba las rodillas celebrando el gol, daba igual, el objetivo está más cerca.

Pero no nos engañemos, el Granada jugó uno de los peores encuentros en mucho tiempo, tanto a nivel colectivo como individual. Replegado atrás, buscando contras imposibles de la mano de Brahimi (ayer ejerciendo de mediapunta tras la baja de Ighalo) y de El Arabi. Pero es muy difícil correr 60 metros cada vez que robas, y más si la Real repliega que da gusto. Con Mikel y Recio demasiado hundidos atrás tapando la ofensiva del equipo de Montanier, Torje ejerciendo como segundo lateral, y Nolito a su bola, la cosa pintaba mal; más aún cuando Aguirretxe remata libre de marca y en fuera de juego (excepcional jugada de estrategia también del entrenador francés, donde el que está solo en fuera de juego, despistado, libre, sale hacia atrás para rematar libre de marca). Mainz, fallón, erró en el salto, Diakhate a su aire.

Jugada aislada la del gol del Granada, obra de El Arabi. De esas que sale una, porque una tiene que tener todo equipo (máxima del futbol) por muy mal que juegue. Esta vez si conseguimos meterla. Pero no se piensen que se igualó el partido. La Real jugaba a su antojo, hacía lo que quería sabedor de que le restaban 75 minutos para conseguir otro gol, y ahuyentando la impaciencia, masticaba las jugadas, sacaba a los centrales de la cueva, movía a los laterales, el mediocampo del Granada no sabía por dónde les venían.

Y es que ayer, Montanier varió su habitual 4-2-3-1 para meter un extraño 4-3-3, con Bergara como único pivote, y dos extremos como Griezmann y Xabi Prieto ejerciendo de interiores, distribuyendo el juego con y sin balón (brillante Xabi, se alejaba del balón llevándose consigo a un pivote del Granada, quedando Griezmann libre con campo a sus anchas para inventar). Para colmo, pegó a Vela y a Castro a las bandas, abriendo más el campo permitiendo las incursiones interiores de sus mediocentros y laterales. Eran los carrileros del Granada los que se veían desbordados en defensa. Sin duda, el entrenador galo ha resultado ser la revelación de esta liga.

El segundo gol de la Real mostró las carencias ofensivas del Granada en su paupérrimo planteamiento. De nuevo se inicia la contra rojiblanca, pero Nolito pierde la bola por creerse que es CR7, lo peor es que el Granada estaba en esa transición defensa-ataque, donde los laterales estaban subiendo junto a los mediocentros. La Real roba y le basta 3 pases para llegar a la otra portería. Balón a la banda contraria de donde se producía la jugada anterior, asegurando que por ahí haya menos defensores del conjunto de Lucas Alcaraz. Nyom, evidenció sus carencias tácticas referentes a la basculación, llegó tarde a tapar el centro. Mientras, Aguirretxe, el que hubiese ejercido de mediapunta para abrir a Vela previamente, se coló entre los centrales y con el pecho, batió a Roberto tras un excelente servicio del mejicano.
En la segunda mitad más de lo mismo. Qué pena me daba ver jugar a mi equipo como uno de 2ºB, no dábamos ni un solo pase en horizontal, ni uno. Tremendo. Es imposible jugar al futbol sin pases horizontales, o al menos jugar contra equipos de verdad, y no al fifa. La Real seguía a lo suyo, y se veía ya ganador del choque, por lo que empezó a gustarse, y lo peor es que apunto estaban de marcar en otras dos ocasiones, pero más vale ser efectivo y hacerlo más feo, a lucirte y desaprovechar la ocasión. Igual así aprenden para la próxima.

Minuto 73. Cambia el partido. Entra Buonanotte. No cambia porque sea un jugón, ni un regateador nato que te soluciona un partido con sus goles inverosímiles, sino no estaría jugando en el Granada. Cambió el partido porque soltaba la bola del pie. Si señores, la pasaba, y además con criterio. Al lateral para abrir huecos en el medio y colarse por ahí, a los delanteros, atrás si no podía. A veces lo más simple es lo más difícil en el futbol. La incursión del argentino junto al pasito atrás de la Real abrió completamente el partido. Se empezaba a notar el canguele en Anoeta.

Sensacional parada de Bravo a tiro de Nolito; respuesta de Roberto a tiro de Estrada de cabeza y a bocajarro. El corazón en un puño, podía pasar cualquier cosa. Y vaya si pasó. El Granada ya a la desesperada colgando balones, la Real achicando como podía, intentando contras que se ahogaban en la orilla. Y Llegó el gol. Roberto saca una falta en el centro del campo, Aranda hace algo por el futbol y la da de primeras atrás a Recio. A la primera no, pero cogió el rechace y disparó con el corazón. Y toda Granada, como cuando Wargreymon lanza su fuerza de Gea a VenomMyotismon y todos los Niños Elegidos gritan y la lanzan con él, todos chutamos. Gol.

Hay que destacar del Granada a Nyom. Vaya partido de ensueño se sacó ayer el camerunés. Sin duda el mejor de su equipo. Sorprendía desde atrás, seguro al corte, inviable la opción de regatearle. Salvó a su equipo en varias ocasiones de contra. Siqueria también le echó un par de nakasones jugando la primera mitad lesionado. Mal partido de Mikel Rico y Mainz, estandartes del club granadino ayer perdiditos como Flander en el océano blanquiazul.

jueves, 9 de mayo de 2013

Chelsea - Tottenham


Partido vital para ambos conjuntos anoche por una plaza para la Champions. El Chelsea para asegurarla y el Tottenham para no quedarse fuera. Las tablas en el marcador colocan a los blues como terceros, con 3 puntos de ventaja sobre los Spurs, quintos, un tan solo un punto del cuarto clasificado, última plaza a la gloria, que en estos momento ocupa el Arsenal.

Benítez, cuyas formaciones basadas siempre en un exhaustivo estudio del rival, sorprendía con un mediocentro formado por David Luiz y Ramires. Y es que quizá a priori, la labor de Ramires como mediocentro es más que cuestionable, y más para este tipo de partidos. Pero fue su incansable correteo de arriba abajo lo que le hizo dominador del mediocampo. Luiz solo tenía que mover el balón con criterio, el otro, crear el caos para que así tanto Parker como Huddelstone se vieran superados. Otra clave fue Fernando Torres. El español fue el elegido para este partido crucial, y es que ayer, con Torres, Benítez quería más ese tuya mía del español con los mediapuntas, más dominio, más asociación y posesión, para así también hacer que las salidas de los Spurs empezaran desde más atrás, y con pocos efectivos arriba.

Así vimos como al Tottenham le costaba llegar arriba cuando recuperaba. Solo un milagro parecía poder lograr que la pelota llegara hasta el área de Cech, y el milagro se llama Adebayor. Anoche con la gran estrella Bale desaparecida (notable el marcaje de Azpilicueta y de las coberturas de Luiz y los centrales pendientes siempre del galés) fue el bueno de Manolito quien se encargó de mantener viva la esperanza de la Champions para los Spurs. Primero se pegó una galopada (bien es cierto que desde el centro del campo hasta el área no le sale nadie a tapar, extraño en los equipos de Benítez) y cuando ya llegó, exhausto y sin más ganas de correr, al borde del área, se sacó un latigazo que pilló adelantado a Cech. Golazo.

Previamente, el Chelsea se había adelantado gracias a un gol de pillo de Oscar. Bien puede ser la jugada más antigua de estrategia, pero Benítez la sigue haciendo eficaz. Saque de esquina abierto, el tallo de equipo prolonga al segundo palo donde un tío rápido entra para anotar.

Villas Boas por su parte había sacado un equipo ofensivo, con extremos puros (Lennon derecha y Bale izquierda), un mediapunta (Holtby, proveniente del Schalke 04 en estas navidades) y Manolito arriba. Buscaba quizá el achante de los laterales del Chelsea a subir, pero claro, si tu mediapunta no ayuda a defender, y aun no tiene el físico necesario para este tipo de contiendas, mal vamos. Aparte, que igual se creía que Benítez es nuevo en esto de entrenar y que le entraría realmente el canguele; no fue así. Ojiplatico me quedé al ver que no jugase ni un solo minuto Defoe, su delantero estrella, ni siquiera cuando les va la vida en ello. Su doble pivote se veía siempre superado, ya que tanto Mata, como Hazard y Oscar bajaban también a recibir, abandonando su posición de tres cuartistas.

A pesar del empate, la dinámica del partido no se movió. El Chelsea seguía dominando el choque, y quizá acusa demasiado el exceso de mediapuntas, pues a veces, abusa como el Barsa y llega a línea de fondo para seguir tocando, no centran, como si prefirieses usar siempre el pase corto como premisa para marcar.

Antes del descanso llegaría le segundo de los Blues. Tras una buena jugada de Torres que gana en velocidad a su par, sirve una pelota a Ramires, que llegaba de segunda línea sin oposición para batir a Lloris. Benítez planteó a Torres para que los centrales del Tottenham le siguiesen, y el español, afincado en el juego asociativo, alejado de ese Torres de área del Liverpool, dejaba huecos a sus espaldas, aprovechados por sus compañeros; en este caso Ramires.

Se escapaba la Champions del White Hart Line, hasta que Villas Boas volvió a ser fiel a su estilo. Introdujo a Dempsey por Holtby y a Sidgursson por Lennon, quitando así un extremo puro para combatir esa inferioridad en la medular, y añadiendo más mordiente arriba. Funcionó. Y es que tras un sensacional dejada de tacón de Manolito (en posible fuera de juego), el islandés fusiló a Cech estableciendo el definitivo empate en el marcador. 

domingo, 5 de mayo de 2013

Granada C.F. - Málaga C.F.


Partido épico el que vivimos en el estadio Nuevo los Cármenes, donde el Granada desplegó el  mejor juego de toda la temporada. Ahora sí. Solo hemos necesitado 34 partidos. Ayer el bueno de Lucas Alcaraz variaba de nuevo la formación (otra vez 4-4-2) solo que añadiendo a Brahimi como centrocampista por la derecha, y a Ighalo y El Arabi arriba, alternado estos dos la posición de mediapunta y hombre de último pase con la de goleador. De ese modo, tanto Demichelis como Wellington se veían perdidos al salir a taparles, pues dejaban su espalda al descubierto. Una pena que esos espacios no los usásemos más.

En la primera mitad el conjunto local consiguió borrar al Málaga de Pellegrini del campo gracias a posesiones largas en ataque, intentando siempre finalizar no dando la posibilidad de contra, y en defensa estando bien replegados atrás, sin dar huecos. Esto hacia que tanto Isco como Joaquín viniesen muy abajo a elaborar jugada, alejándoles de donde de verdad eran letales. Además, el Granada no les seguía, sino que les dejaba tocar cuanto quisieran en zona de tres cuartos, para luego recuperar y salir a la contra. Muy bien ahí Lucas Alcaraz, ya que aprovechaba las subidas de los laterales del Málaga, más la nula ayuda de Joaquín e Isco en replegar rápido para tapar esos huecos. Muy bien el Granada.

Aparte, ayer era el día de dos hombres: Brahimi, que quería reivindicarse como el jugadorazo que es a base de desborde y asistencias, y de Mikel Rico. El vasco se comió el solo el centro del campo la primera mitad, llevando el ritmo del partido y levantando a la grada con sus acciones; lástima que el fuelle se le acabara a los dos en la segunda mitad. Ighalo se apuntó a la fiesta con un gol de delantero centro puro. Carrera al primer palo para rematar como sea y que vaya a puerta. Gran servicio de Brahimi que el nigeriano transformó con más corazón que sutileza. Se caían los Cármenes.

Se notaba considerablemente la falta de Toulalan en el centro del campo malacitano, donde se vio las carencias de Iturra y Camacho a la hora de crear juego. El chileno estaba más preocupado en sorprender en ataque que en tapar las contras locales, y Camacho se veía desbordado haciendo coberturas por todo el campo a lo Busquets. Una lástima que el Granada no aprovechara sus ocasiones, pues ni Mikel Rico, ni Brahimi, ni Nolito eran capaces de anotar y finiquitar el partido. Baptista sigue sin estar, y es una pena, no solo por el Málaga sino por el futbol. Y es que ayer el trabajo al que se sometieron Diakhate y Mainz fue casi nulo. Sólo Pedro Morales aportaba algo nuevo en ataque, hasta que Isco se puso chulo en la segunda mitad y campó a sus anchas, llevando cierto peligro a la meta de Roberto.

El Granada se desinfló en la segunda mitad, donde el cansancio de la primera hacia mella. Ighalo primero y después Recio se retiraron con molestias dando paso a Iriney como bulldozer, que no dejo pasar más a Isco por su zona, y a Aranda. Solo le vi fallar una delante del portero a dos metros de la portería, nada más. El partido entró en decadencia, y podríamos catalogar los últimos 20 minutos de coñazo, sino fuera por el susto de Roque Santa Cruz, que a punto estuvo de transformar el empate; pero Roberto, cual portero de futbol sala, estaba preparado para la salida con los pies

Me sorprendió ver como Pellegrini no moría con todo arriba sabiendo que la Champions se le escapaba, metiendo a Saviola o al menos no quitando a Baptista para jugar con dos puntas. En su lugar, entraron Lucas Piazón y Duda, o como diría The Special One, fue a cazar con gato. Lo importante es que al final los 3 puntos se quedaron en casa, dando un paso más a la permanencia. Esperemos que Lucas se diera cuenta de cómo se puede jugar a un equipo grande con otro tipo de planteamiento y de jugadores.