Partido de objetivos dispares en Mestalla el pasado domingo.
El Granada luchaba por
asegurar matemáticamente la permanencia, y quizá se notó en su juego que lo
tenían casi hecho antes de jugar. El Valencia,
aprieta en este final de temporada para llegar al sobresaliente después de
dejarse deberes sin hacer a lo largo del curso, y se lo está mereciendo.
El Granada sacó su once de gala, con la salvedad de Torje por el sancionado Brahimi (acumulación de tarjetas), y Buonanotte en la mediapunta en
detrimento de un punta del clásico 4-4-2 de Alcaraz. Igual la gente se dio cuenta de porque el jugador
argentino no habitúa a jugar de inicio, y es que entre que el planteamiento de
contragolpe del equipo no ayuda en su juego más pausado y de toque, y la
cortina de humo que es en realidad este jugador, se vio muy poco al ex del Málaga.
Torje, en su empeño por quitarle
protagonismo a Nyom en el lateral
derecho, incluso se retrasaba más que el camerunés. Ni le recuerdo pasar del
medio campo.
El Valencia alineó a su once de circunstancias, con Mathieu reconvertido a central (vaya
descubrimiento), Bernat de extremo
por la derecha (siendo zurdo cerrado) y Banega
de mediapunta por delante del doblepivote formado por Parejo y Albelda. Minuto 6 de partido. Ovación más
que merecida al eterno capitán ché; su entrega y dedicación a la camiseta es
todo un ejemplo no solo para valencianistas, sino para cualquier deportista. Chapeau.
El partido carecía de un ritmo frenético típico de las
circunstancias. El Granada se veía salvado (y más cuando a los 10 minutos
ya perdían sus rivales) y el Valencia se dejaba llevar por esa corriente de
equipo grande de: ya llegará el gol. Sólo Soldado,
quizá el que más se jugaba de verdad (por eso de ir a la Selección y tal) puso
ese toque desequilibrante al partido. El nueve ché fue un constante quebradero
de cabeza para Mainz y Diakhate, de hecho, no recuerdo un partido
con tantas incomodidades para esta pareja. Una pena que Soldado no aprovechase las ocasiones, pues cada vez que el Granada
llegaba (a eso de una ocasión cada media hora), llegaba con peligro, y
realmente el que se la jugaba eran los valencianistas.
Nyom y Siqueira, en su línea estelar cada uno,
seguían con sus fallos tácticos que generaban ocasiones desde los costados. Cada
vez estoy más convencido de que más que falta táctica de ellos, es del entrenador,
pues no puede ser esa basculación hacia el interior tan extrema queriendo que
sean los propios interiores quienes cubran las bandas. Así vemos que el gol
del Valencia, Siqueira en vez de
ir a tapar el centro, se queda a cinco metros intentando quitarla con la
mirada, Soldado se escapa de Mainz y hace lo que mejor sabe: matar.
El Arabi, una
isla entre la defensa del Valencia (vaya partido cómodo atrás) ni la olió,
y Recio, en su empeño por tener el
record de la liga de centrocampista con menos pases, descolocaba a todo el
equipo con sus eslalon maratonianos para perder el sitio. Ighalo y Aranda no
mejoraron lo que había tampoco en la segunda mitad, pero al menos le echaban más
nakasones al asunto, poniendo los huevecillos de corbata a algún valencianista
que otro.
Valverde,
quien suena como posible sustituto de Vilanova, ha demostrado ser entrenador
top, cogiendo a un equipo desesperado, sin fondo de armario y de recortes e ilusionarles
con volver a lo más alto. Gran trabajo la del entrenador del Valencia, cuyo
descubrimiento de Mathieu
como central es meritorio. Sin duda el galo fue el mejor del partido, pegándose
motivadas a lo Oliver y Benji de correr 80 metros de área a área y finalizando
siempre (más o menos bien) la jugada, y cortando siempre de raíz los contragolpes
del Granada.
Mikel Rico
el mejor de los rojiblancos. El centrocampista vasco hizo un despliegue físico
escandaloso gracias a las perdidas continuas de posición de Recio (también mérito del juego
colectivo y de toque del Valencia). Pero no solo era efectivo en defensa, sino
que movía la pelota con criterio en ataque, haciendo que los jugadores del Valencia
también corrieran un poquito detrás del balón. Encima se dejaba prodigar en
ataque, volviendo el primero a defender. All round midfield llamado en
Inglaterra. Tremenda la entrega de este jugador.
Finalmente, con el pitido final (bien podía haberse ahorrado
el árbitro toda la segunda parte), el Granada consiguió su principal objetivo, la permanencia, y podremos
disfrutar nuevamente en Los Cármenes de Cristianos, Messis y…hasta de un
Neymar!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario