Golpe sobre la mesa se la selección sub 21 hoy ante Rusia.
Sin duda la selección favorita en esta Euro, primero por su equipo,
compuesto ya por figuras consagradas y no promesas como otras, luego por su
estilo de juego similar a la absoluta, y finalmente, por la cantidad de
alternativas que ofrece este equipo.
La pareja de centrales formada por Iñigo y Bartra conforman
una sensacional defensa, con salida de balón (extraordinario el culé en este
aspecto hoy) y solidos atrás, poderosos en el juego aéreo y contundentes cuando
la situación lo requiere. Rusia solo ha hecho un disparo, y fue desde 30
metros. Si a esto sumamos a Montoya,
por el cual apuesto desde ya como el titular de la absoluta en breves (si el
seleccionador se ajusta las tuercas).
Thiago,
desmantelando las teorías de esos “periodistas” que aseguran que no está para
jugar en un club puntero de Europa, ha desplegado una clase magistral de cómo
llevar el ritmo del partido. Quizá le sobre esas chulerías que le faltan a
Xavi, o el temple de Iniesta, pero eso se pule a base de juego.
La primera parte ha recordado bastante a los partidos
de la absoluta: demasiado pase atrás, poco desborde, nulos arribas. Rodrigo ejercía un rol más de media
punta, bajando a recibir el balón al centro del campo, y no se daba cuenta de
que eso acumulaba sin querer más rusos por el medio, siendo imposible que Isco, Muniain o Thiago
controlasen una pelota medio decente en la zona de tres cuartos. El Bart Simpson
de Bilbao, muy lejos de su mejor nivel (me ha sorprendido su incursión en el 11
en lugar de Canales) no entraba en
el partido. Escorado en banda, mas acostumbrado al juego de toco, me muevo y me
la devuelves, no se entendía con los laterales o con Isco. El pasado Golden Boy estuvo completamente desaparecido la
primera mitad entre el marcaje al hombre que le sometieron y la acumulación de
rusos a su alrededor.
Llegó la segunda parte, y con ella un cambio de
esquema soberbio de Lopetegui.
Escoró a Isco a la banda para darle así
más libertad, apoyado siempre por Muniain
por ese costado, más las constantes subidas de Alberto (gran descubrimiento de Emery) España encontró ahí una autopista, lástima que no supiera
aprovecharla. Acumulando más gente en esa zona, le daba además más espacios a Tello. El extremo del Barsa acusaba el
tumulto de los rusos en la primera mitad y no pudo hacer uso de su velocidad,
pero al volcar el juego en el otro costado, esa banda quedaba más libre para
que hiciera de las suyas.
Pasaba el partido y España no conseguía abrir la lata. Los
fantasmas que también persiguen a la absoluta merodeaban a sus polluelos. Isco, Thiago y Muniain se
rifaban ser el protagonista y ahí apareció un caos de gallos. Ahí volvió a
aparecer el míster español. Introdujo a Morata
(nos guste o no, está ahí gracias a Mou)
cuyo propósito era fijar a los centrales. Que cosa más tonta, pero como
lo agradecieron Thiago, Isco y Rodrigo para moverse con mucha más libertad
entre líneas, dando más alternativas al juego, que ahora alternaba entre el
futbol directo (centros laterales al 9), el de futbol sala (balón al 9 que pivotea
y devuelve) aparte del característico de la Selección.
Pero, si ha habido un jugador por encima del resto, ha sido
sin duda Illarramendi. El
centrocampista de la Real ha dado una clase magistral de pase, disparo, saber
estar, cobertura, salida de balón y liderazgo propio de una estrella. Me
recuerda a Xabi Alonso, y me temo para la Real, que le va a durar poco. Si yo
fuese él (que más quisiera) me iría a Inglaterra como hizo el del Madrid para
ser mas completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario