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jueves, 14 de marzo de 2013

Bayern de Munich-Arsenal


Partidazo el que nos regalaron el Bayern de Munich y el Arsenal la pasada noche en el Allianz Arena, donde pese a la eliminación gunner (otra más en octavos, y ya llevan varias seguidas) el equipo de Wenger dio la cara y a punto estuvo de dar la sorpresa. El choque de anoche enfrentaba a dos equipos que les gusta eso de tener la posesión, tener un 9 no estático, que participe, extremos rápidos que tienden a irse al medio y laterales ofensivos.

Que el resultado no les confunda, pues el Arsenal no fue tan superior al Bayern como refleja el marcador, corto a mi entender, pues ambos conjuntos dispusieron de varias para aumentar su casillero. El conjunto germano dominaba el encuentro, no tanto por el juego de toque sino más por lo físico, donde era infinitamente superior a su rival. El Arsenal se veía incapaz en la presión (solo Arteta estaba por la labor) y nulo en la subida de pelota (todavía no veo en el partido la participación de Ramsey o Rosicky). Pero claro, era lo que había, sin Podolski para meter miedo arriba (más que nada, por tener otro delantero) y con Wilshere lesionado, la salida de balón, el dominio inglés, la remontada, no era más que una utopía.

A pesar de ello, vimos un partido estelar de Mikel Arteta (Marqués, selección ya, por favor), cuya consigna era frenar las contras letales del Bayern, tapar a Kroos una vez recibiera en campo rival, además de apoyar defensivamente en las zonas del balón cuando los alemanes atacaban, y actuar como quinto central en los centros laterales, pendiente siempre él del rechace (insisto, Ramsey nulo). Lo malo es que al pobre le duró la gasolina hasta mediados de la segunda parte, donde vimos como el Bayern se sentía más cómodo tocando y corriendo en vertical.

En la cara opuesta de la moneda tenemos a Javi Martínez. Le costó un cuarto de hora asentarse en el partido; apenas entraba en juego, fuera de sitio en las pocas contras inglesas (véase en el primer gol) e incluso falló en el marcaje a Koscielny en el segundo tanto gunner. También es cierto que el juego de Bayern no le favorece, y es que no nos engallemos, el club bávaro no es del tipo de toque al que estamos acostumbrados, sino que basa muchas de sus oportunidades en el juego individual, ya sea de Robben, Ribery, Kroos, Mandzukic o Muller (el mejor ayer).

Se notaba en los ingleses la falta rapidez y fluidez en su juego. Sin Wilshere, era Ramsey el encargado de ello, pero solo se le vio en el primer gol, al igual que a Rosicky, que demostró que ya le vienen grandes este tipo de partidos. Quizá tampoco ayudó su posición (mediapunta) pues entre Luis Gustavo y los centrales que pasaban por allí, no daba ni una. Mejoró cuando Wenger le alineó junto a Arteta. Cazorla, excesivamente escorado, se le vio poco o nada, y es quizá el que más acusaba la falta de fluidez de su equipo, pues cada vez que recibía tenía encima a Lahm y Muller sumado a la ayuda con la mirada de Javi Martínez.

Sorprendente lo poco explotado que estuvo Alaba en el lateral zurdo, donde ni Walcott ni Jelkinson (el ayer lateral diestro inglés) no le buscaron ni las cosquillas, a pesar de que Robben no quería saber nada de defender. Por cierto, el holandés parece ser que faltó el día que enseñaron el pase, porque no levantaba la cabeza, una vez recibía encaraba al rival, aun estando en su propio área (eso sí, saco tres amarillas a los contrarios).

Curioso también los dos delanteros centros. Tanto Giroud como Mandzukic estaban empeñados ayer en no pisar área rival, y moverse más por la zona de tres cuartos. Lógico en los gunners, pues sin esa alternativa que les daba el galo de mandarle el pelotazo y éste la bajaba y repartía de espaldas ni siquiera tendríamos constancia de los defensas alemanes. Pero no entiendo al croata del Bayern, que atascaba más el juego de su equipo.

Una de las claves del choque fue sin duda la profundidad. En ambos bandos. En los alemanes, al no querer llegar al área en muchas ocasiones le creaba contras innecesarias que en lugar de iniciarse a 80 metros, se generaban en el centro del campo. Por parte de los ingleses, tres cuartos de lo mismo, ya que Giroud atraía al medio a Dante y a Van Buyten. Menos mal que Wenger se dio cuenta tras 160 minutos de eliminatoria cuales eran los problemas. El que ya hemos dicho más el juego por las bandas para abrir el campo. Con Gervinho y Chamberlain obtuvo más sensación de peligro. De hecho, a pesar de que el Arsenal no llegara con tanta asiduidad a la meta de Neuer, todas sus ocasiones eran bastante buenas, lástima que su pólvora estuviera mojada.

Una pena que el Arsenal se quedara sin su premio final, pero es lo que tiene el no tener esas individualidades que te resuelven un partido, y que son tan esenciales en esta Copa de Europa. 

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