Choque de estilos del que disfrutamos ayer en el estadio
Signal Iduna Park del Borussia
Dortmund que enfrentó al conjunto bávaro contra el equipo ucraniano del
Shakhtar Donetsk. Duelo entre
dos maneras de ver el futbol, el futbol de conjunto ante el individualismo, físico
ante velocidad, orden ante anarquía, Champions League en estado puro.
Y es que mientras que el conjunto de Jurgen Klopp es muy ordenado, donde cada jugador cumple una
determinada función, prima el conjunto a la individualidad, se busca la
superioridad numérica en todas las zonas del campo, el pase como máxima, el gol
como objetivo final, el equipo ucraniano dirigido por Lucescu es más desordenado, con esa mezcla rara de jugadores
del este y brasileños mezclados, donde lo mismo ves que el pivote se hace una
jugada individual arriesgando con la pelota de punta a punta del campo, como
que sea el lateral el que organice el juego.
No os debéis fijar en el marcador, pues el Shakhtar también tuvo sus ocasiones, y los
goles germanos llegaron de errores puntuales. El primero tras un córner
sacado por Mario Götze (provocado
por el mismo tras un disparo) que Santana,
sustituto ayer de Hummels cabeceo a
la escuadra. El segundo, tras un centro de Lewandowski
(el delantero centro) a Götze
que tras una sensacional anticipación a su marca bate al portero. Y el tercero,
tras un potente disparo de Gundogan que
se le escapa de las manos al portero Pyatov
y que Blaszczykowski envió el
rechace al fondo de las mallas.
Viendo el partido te das cuenta rápidamente a que juega el Dortmund, y sobre todo como juega:
como un equipo, es decir, todos presionan, todos defienden. Su manera de
mover la pelota no es cansina como a veces se hace el juego de España o del
Barsa, sino que tocan siempre para finalizar la jugada, y si no se pueden pasan
al plan B, que es balón al punta para que éste prolongue a sus mediapuntas, ya
sean Götze o Reus, dos chavales a los que aquí catalogaríamos de jugones. La manera
de moverse de los dos mediapuntas y el delantero se asemeja mucho a una clásica
rotación de futbol sala, en la que me muevo donde paso para generar
superioridad y por el otro extremo siempre está el pase seguro. Magnífico. Si a
esto sumamos los grandes mediocentros que tiene el equipo, como Bender o Gundogan, que siempre están donde se les necesita, haciendo jugar a
los demás, y ambos llegadores, mas Sahin
(suplente de momento) te das cuenta que este equipo es muy temible.
Por parte ucraniana, se nota y mucho la salida del medio William, pues ni Tomas Hübschman ni Stepanenko
saben mover al equipo, y Fernandinho
(el otro del doblepivote) no es que la pase mucho que digamos; de hecho ayer
fue el más peligroso del equipo con sus internadas como si del PES 2012 se
tratara. Basa mucho su juego en los dos extremos (muy habilidosos y rápidos eso
sí), y a sus endiabladas diagonales, pero su físico está a años luz de los
alemanes, que con soplarles ya estaban en el suelo. Si además sumamos que su
mediapunta armenio Henrij Mjitaryan
estuvo desaparecido, y Luiz Adriano
demasiado solo arriba y bien anulado por las dos torres germanas, lógico que
acabara el partido como acabo. Con decir que el organizador ahora del equipo es
el gran capitán croata Srna, apaga y
vámonos.
A pesar de todo, tanto el extremo Douglas Costa en una sensacional carrera (llego delante de la portería
sin fuerza y sin aliento) y Adriano
pudieron acortar ventaja, además de un penalti clamoroso no pitado al delantero
brasileño, y también el Dortmund
dispuso de otras ocasiones claras para ampliar la ventaja, pero Götze no estuvo acertado de cara a
puerta.
Las claves del
partido fueron la calma del conjunto de Klopp que supo jugar tranquilo
gracias al marcador favorable de la ida,
y que Lucescu quizá no se daba cuenta que su delantero solo no hacía nada
entre dos defensas solo para él y que quizá otro delantero como Eduardo (ex del
Arsenal) o simplemente reforzar el medio quitando al mediapunta armenio, no
hubiese habido tanta superioridad del Dortmund en el medio.
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