Y al fin el Granada le echó huevos. Tremendo partido ayer de
los jugadores rojiblancos que se dejaron la piel y el alma para conseguir
llevarse los tres puntos frente a un Real Madrid perdido y cegado de cara a
gol. Primero, quiero agradecer al señor Anquela su trabajo y esfuerzo
durante estos meses. Muchos no le han valorado como se merece. Al menos, un
servidor te desea buena suerte. Ahora es el turno de Lucas Alcaraz.
El entrenador del Granada salía con un once que incluía a
tres fichajes invernales: Aranda
en punta acompañando a Ighalo, Recio junto a Mikel en el medio, y Nolito de interior zurdo. El sistema
era claro, tener dos puntas arriba para salir a la contra, para aguantar la pelota
y oxigenar al equipo, y para que los laterales blancos no subieran más de lo
necesario. A esto sumamos dos líneas siempre por detrás el balón, haciendo un sándwich
a los delanteros del Madrid y anulando sus acciones. Alcaraz pensaba, con buen criterio, que aun tapando a Xabi Alonso, alguno de arriba puede tener la noche y matarte, por lo que
se preocupó más de tapar a éstos, de manera que por mucha clase que tuviesen Modric o Alonso, sus pases se perdían entre ese sándwich perfectamente
plantado.
Rápidamente se vio el problema de este Madrid en cuanto a
ataque organizado se refiere, siendo el equipo contrario quien se encierra atrás
y les deja la pelota a ellos. Nyom y
Siqueira basculaban perfectamente
siendo a la par centrales y laterales, anulando el juego por el centro del
equipo de Mou, quien veía como
ni a Higuain ni Di Maria les salían los
desmarques interiores. Los únicos que ofrecían más posibilidades al conjunto
blanco eran Ronaldo y Modric, ambos actuando como media
puntas con total libertad. Precisamente un gran pase del croata dejó solo a Khedira en el área, pero apareció Siqueira para quitarle la pelota al
lento alemán.
Y llegamos al minuto 21 de partido. Histórico para los
restos en Granada. Nyom envía una
pelota a la espalda de Coentrao para
Torje. Ramos, imperial a la par que muy sobrado (como en toda la noche de
ayer) despeja mal la pelota. Recio envía
a Aranda en posición correcta que cruza
el balón al segundo palo; cuando Nolito
estaba ya con la caña preparada como si de Kreiko en la discoteca con una tía
buena se tratara, apareció Arbeloa
para despejar el córner. Nolito, aun
empalmado lo lanzo cerrado, y no fue otro que CR7 quien introdujo el balón en el fondo de su propia puerta.
Fiesta en Los Cármenes.
En la segunda parte, Mou
dio entrada a Benzema por Higuaín para tocar y moverse más, y a Callejón por Khedira para abrir el campo y
aprovechar algún desmarque que no se produjo, gracias al excelente trabajo
defensivo y también, todo hay que decirlo, que tras el gol el Granada se hecho más
atrás todavía, limitando el campo. Arriba, el Granada se limitaba a confiar en
sus delanteros, que forcejeaban con los centrales blancos en pos del balón. Surgía
entonces la figura de Ighalo,
que cuajo uno de sus mejores partidos, jugando de espaldas (ahí se notaba la
inexperiencia de Varane) y con campo
por correr, donde más de una vez le hizo un lio a Ramos. Modric (que
retraso su posición al doble pivote) y Xabi
seguían obtusos en la creación; a pesar de la magia de Luka y de los pases de banda a banda de todos los estilos del
tolosarra, los de Mou seguían encerrados en la estructura defensiva rojiblanca.
Gran parte de culpa de la opacidad blanca era gracias a Mikel Rico. Sin duda su mejor
partido de esta campaña. Inmenso en defensa, corría para llegar a todas la
coberturas; si había que está encima de CR7
(literalmente incluso) estaba, si había que salir a presionar a los medios, se salía,
y si se tenía que jugar el físico contra las torres blancas, se jugaba. Todo con
tal de que el marcador no se moviera. Excelentes también la pareja de centrales
formada por Iñigo López y Diego Mainz. Impolutos y perfectos todo
el encuentro, salvo una acción desafortunada de Mainz que se resbaló con la pelota en su poder. CR rápido asistió a Callejón para que este driblara
sorprendentemente fácil a Iñigo y chutara a gol. Lástima que todavía estuviese
por allí Toño, que le paro el
chut al motrileño. El rechace la cayo a Benzema,
que a puerta vacía, a 2 metros de la portería, esbozó un triste miau. Fuera.
Ahí fue cuando el Madrid se dio cuenta que diese igual lo
que hiciera, la pelota no entraría. Mou
tardo en mandar a Varane como
delantero palomero; Marcelo (que
entró por Coentrao) sumó negativo y
la pifió en una salida de balón, dándole la oportunidad a Aranda de
desperdiciar una hermosa contra. Ramos,
anárquico, jugaba ya de media punta, extremo, delantero…lo que le diera la
gana. Di María, falto de pilas y de
fuerza, centraba balones mal medidos y Benzema…bueno,
en su línea: desaparecido. Solo Cristiano
se resistía a perder y era el único que realmente aportaba algo. Eléctrico y
desbordante hasta el final no paro de regatear, centrar y de chutar, pero ayer
no era su noche.
Me gustaría destacar también, junto a Xabi y Cristiano del
Madrid, a Arbeloa. Vale que
en ataque sea un jugador muy limitado, pero en defensa pocos jugadores son más
listos que él. Imposible ganarle la espalda, ni la posición. Ayer fue quien
sostuvo a su equipo en defensa gracias al gran número de balones importantes
que recuperó. Tiene una gran visión de juego que le hace ayudar al central,
cubrir su posición y solventar cualquier pelea aéreo antes siquiera que se
produzca. Pero claro, si no le ves en el campo, es fácil creer lo que se cuenta
de él…
Quisiera también felicitar a la afición, que se comportó
de diez casi todo el encuentro. Lo único reprochable, los canticos de algunos energúmenos
a CR y a Mou. Hipócritas de talla mundial, pues luego irán por ahí lamiéndoles el
ojete. Es pronto para saber si este Granada es diferente, pues como es bien
sabido, ante Madrid y Barsa siempre se le echa más nacasones que ante otros
equipos, así que paciencia amigos del balón, pronto saldremos de dudas.
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