Hoy vamos a analizar el sistema
de juego de uno de los equipos que mejor futbol practica en nuestra
Liga. No es un futbol de toque incesante hasta aburrir, ni de contrataque. Es
algo más táctico que técnico el sistema de este Real Betis, el cual le ha
ayudado a alzarse hasta la 4º plaza de la Liga por encima de equipos como
Valencia o Málaga.
Aparentemente, el esquema de Pepe Mel podemos decir que es un 4-2-3-1, pero analicémoslo más detenidamente: de los 11 jugadores
que salen al terreno de juego, solo 3
tienen una posición fija, que son los dos centrales y el portero. A partir
de ahí, cada jugador, sea cual sea su nombre o su calidad técnica cumple una
determinada función que hace que el rompecabezas funcione.
Los dos laterales
que juegan actúan casi de carrileros largos, pero no los dos a la vez, sino que
depende de si el míster pone un extremo en una banda o en la otra, ya que rara
vez juega con dos extremos puros. Es decir, si en una banda pone por ejemplo al
extremo Vadillo, su lateral se
preocupa más por la defensa, siendo el lateral opuesto el que actúe de
carrilero.
La posición del extremo puro también depende mucho del
lateral que vaya a jugar; es decir, si va a jugar el veterano Ángel, que ya no está para correr de
arriba abajo todo el partido, lo más probable es que en esa banda este el
extremo. Y una cosa fundamental es que Mel
no esta tan pendiente del otro equipo para elegir bien estas posiciones, sino
que ya se ha ganado el respeto de que sea el rival quien juegue según el
plantel del entrenador bético, y no al revés. Muy interesante también los
extremos de la plantilla, que siempre tienen la consigna de encarar y buscar el
uno contra uno, además de estar bien pegados a la línea de cal para que tanto
los centrocampistas, como los delanteros tenga todo el espacio central. Se da
también el caso de que puede jugar con dos extremos aparentemente fijos,
abriendo el campo todo lo posible, pero normalmente será más cuando vaya con un
marcador adverso, renunciando a jugar más la pelota y llegar más al área de
forma directa.
El pilar básico del Betis está formado por un triángulo en el centro del campo:
un doble pivote, normalmente formado por Cañas
(jugador muy tapado que siempre cumple y su labor recuperadora es fundamental) y
Beñat, el cerebro del equipo. El
otro vértice lo compone un media punta, no necesariamente creativo si esta ya
Beñat, que baja sin problema hasta el centro del campo a recibir, haciendo que
un pivote suba su posición para que se mantenga en todo momento ese triángulo
central. Esto funciona a la perfección si se trata de un centrocampista tipo Salva Sevilla, con gran visión de juego
que le hace ver donde tiene que estar en cada momento para no molestar o faltar
en la salida de balón, al mismo tiempo que llega a rematar o a servir balones.
Por ultimo tenemos a dos
delanteros. Uno que actúa como delantero centro, fijando a los
centrales y dándole salida a su equipo si éste está atascado atrás y muy
presionado. Otro, que juega más escorado a una banda, o de media punta
(intercambiándose con la media punta inicial su costado, sin que el triángulo
anteriormente mencionado se deteriore). Ya sea el delantero o el media punta el
que este en banda, tendera a irse al centro igual que “x” tiende a infinito en
una asíntota, buscando crear superioridad en mediocampo primero, para luego
volcar el ataque a un costado con su respectivo centro al corazón del área,
donde llegan a rematar el delantero centro inicial, y sorprende desde atrás el
otro banda y el media punta.
Viendo esto, es muy complicado marcar a los hombres de
arriba del Betis, por su continua movilidad; además, si el otro equipo se
preocupa por tapar a Beñat,
deduciendo que es el único creador de juego, el media punta se sitúa en esa
zona para ser el base del equipo, es decir, dentro del mismo esquema Pepe Mel
introduce un Plan B, que por ejemplo les faltan a equipos como el Madrid, donde
tapando a Xabi Alonso, tapas la creación de juego.
Por si fuera poco, el entrenador verdiblanco no idea este
sistema para solo usarlo con sus titulares, sino que tiene varios jugadores en
la plantilla que pueden actuar en varias posiciones, dando entrada a otros no
habituales que suplan perfectamente a los más requeridos por el técnico. Por
ejemplo, si el delantero referente, Jorge
Molina no juega, puede ser Rubén
Castro quien ocupe su posición, teniendo a Salva Sevilla, Pozuelo, Juan Carlos o Campbell quien haga la labor de segundo delantero.
En definitiva, no es de extrañar que este equipo este
haciendo tan buena campaña, llegando a los cuartos de final de la copa, siendo
cuartos en Liga y jugando además tan maravillosamente al fútbol. Me quito el
sombrero ante ti, Pepe Mel,
sin duda, uno de los entrenadores del año.
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