No hubo suerte, esta noche tampoco tocaba. Tanto esfuerzo
para nada, debieron pensar todos los que anoche visitaron el campo, salvo once
leones… Esta vez, ni el buen juego, ni el arreón final, ni el público, ni un
rival en horas bajas, nada, que no hay manera de remontar el vuelo de este
Granada, que cada vez va jugando más, pero se le acaba el tiempo.
El protagonista de la noche debía ser esa bala de antaño que
volvía de su castigo, con ganas de volver a brillar como en las grandes citas.
Dani Benítez. Y eso que se esforzó, pero le salió otro competidor aspirante al
trono, el árbitro, Muñiz Fernández. Primero desquiciando a toda Granada pitando
un penalti más bien dudoso, quizá mis colores me hagan fallar la vista. A pesar
de eso, sorprendentemente, el Granada no bajó los brazos, al contrario, siguió
dominando al subcampeón de la pasada Copa y Europa League. Ahí tuvo mucho que
ver Mikel Rico. Ahora si, volvió, y a lo grande; el solo se basto para el
centro del campo, donde se comió a De Marcos e Iturraspe, y todo al que pasaba
por allí, dando una clase magistral de organizador. Le falto un escudero al
lado. Otro que no sea Iriney, jugador no valido ya para estas batallas. A ver
que le falta a Yebda… Gran culpa del fantástico partido de ayer también es
mérito del entrenador, muy criticado, con más o menos razón. El de anoche fue un planteamiento atrevido,
jugándole de tu a tú al Atlethic, lastima que no le acompañara el resultado.
Injusticias del fútbol. Finalmente acabó el partido jugando con cuatro
delanteros, y solo dos defensas natos, multiplicando las labores de Mikel y
doblando las responsabilidades de Siquiera.
Discreto partido el de Nyom. Le eche de menos en esas
internadas suyas por la derecha, banda ayer casi inútil, pues Torje era capaz
de irse de un mermado Aurtenetxe, y menos aun sacar un centro con algo de
peligro. Sólido partido en defensa, donde solo de concedió el segundo gol (mala
suerte) y un trallazo al palo que hubiese sido la sentencia de los leones. Palo
salva. El caso es que se demostró que
Diego Mainz, debe jugar si o si, su pareja de baile, Diakhate o Iñigo, casi da
lo mismo. Hubo una salida de balón mucho mas clara y precisa, donde no se
dependía tanto del medio.
Hay que destacar también la excelente pareja de arriba,
Brahimi, media punta creativo, habilidoso, llegador, cuyo único defecto es el
exceso de individualismo, falta de experiencia prefiero llamarlo todavía. El
Arabi, jugador más caro de la historia del Granada, empieza a dar sus frutos.
Sigue faltándole un poco de juego de espaldas, algo a lo que nos hemos quizá
mal acostumbrado en los últimos años con el bueno de Geijo. A pesar de eso,
soberbio gol con la zurda, disparo cruzado y raso desde fuera, al que quizá
Gorka pudo hacer algo más. Pero a parte del gol, n recuerdo un partido como el
de este dúo de oro, como aquel del New Team, donde mas veces me haya hecho
levantarme de la silla para aplaudir y lamentar las tantas y tantas ocasiones
falladas de anoche.
Que decir del Bilbao, aparte de destacar a ese pequeño genio
que tiene. Vaya tela el Muniain, parecía un jugador de play, imposible era que
se le escapara un control, por mucha pedrada de Iturraspe o Aurtenetxe. Regates
de todos los colores: sombreros, de espuela, en una baldosa con caño incluido,
en velocidad, salvando entradas de los rivales. Un espectáculo. Gran actuación
también de Gurpegui, afianzado de central, de falso central y de Iraola, sobrio
en su banda, no se le marcho ni una vez Siqueira o Benítez. Otro que me sorprendió,
para mal, fue Llorente, jugador idolatrado, pero que ayer, nos hizo ver las
ganas que tiene de seguir jugando en el equipo de “sus amores”. Entro entre
aplausos de la grada rival, y parece que quería seguir teniendo ese cariño,
porque solo estorbó sobre el campo, cometió varias faltas graves si venir a
cuento y ni la olió. Gran parte del gran juego del Granada fue gracias a la
desaparición de jugadores clave como Susaeta, más preocupado en defender y
apoyar en el medio, que incidir por su banda; y De Marcos, correcaminos la
temporada pasada, coyote esta. Fallo un mano a mano claro ante Toño cuando
bastaba con no tirarla al muñeco.
Se puede decir que el Granada ya ha encontrado el camino de
la permanencia, de juego vistoso y alegre, le falta lo mas importante, ganar…Esperemos que Anquela
pueda vivir al menos una semana mas el sueño de primera. Sino, al fin y al
cabo, seria como volver a empezar…otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario