Premio. Al fin tocó. Anoche el Granada se llevó algo mas que
tres puntitos que saben a gloria, se llevo el reconocimiento de equipo de
Primera, algo que le faltaba en las primeras jornadas, asomaba de vez en cuando
y ayer apareció. Algo tan importante como no ser la cenicienta que no juega a
nada y espera un golpe de suerte para cambiar el rumbo. Esta vez el golpe lo
dio el Granada de por si, y bien fuerte.
El resultado, para los espectadores del futbol, es lo de
menos, pues anoche en la ciudad de Sevilla hubo un partidazo de dos equipos,
dos estilos diferentes de juegos, de dos entrenadores, y en esa batalla, un
jugador fue el que guio a su equipo a la victoria. Mikel Rico, soberbio,
enorme, incansable, recuperador, distribuidor, y hasta goleador, ha cierto
Marqués que debería tomar nota de este tío.
Mel repetía el mismo esquema que le dio la victoria el
pasado lunes ante el Getafe, y no era mala idea, sabiendo lo que le cuesta a
este Granada recuperar la pelota y el buen trato de balón de sus
centrocampistas. Fallo la práctica. Noche para olvidar de Nelson, lateral
derecho del Betis, que ayer tuvo que bailar con la bala Benítez. No hubo
igualdad en este duelo, Dani no se casaba de correr de arriba abajo, derecha a
izquierda, y el lateral verdiblanco quedo retratado. Mucho ayudó también el
colombiano Bryan Angulo, facilitando la superioridad numérica en esa banda.
Pepe Mel se dio cuenta rápido de esta desventaja y cambio de banda al joven
Juan Carlos para compensar. Y durante cierto tiempo le funcionó, hasta que el
chaval fue sustituido por Pereira. Antes de eso, el joven jugador del Betis fue
anoche el mejor sobre el campo del equipo local mostrando descaro y desborde
(lo básico que se le pide a un extremo) sumado a esa pierna izquierda tan
exquisita pusieron en jaque varias veces a la zaga visitante.
El primer gol llego a los pocos minutos de juego. Contra del
Granada perfecta por la izquierda, llevada a cabo por Dani, que centró al corazón
del área con una rosquita mortal tanto para defensa, portero y delantero rival.
El meta Adrián despejó como pudo y el rebote le cayó al más listo de la clase,
el rumano Torje, que fusiló a la red con la zurda, para poner la ventaja en el
marcador para su equipo con su tercer gol de la temporada.
A partir de ahí, el
Granada sólo tenia que poner en práctica la pizarra de Anquela para defender, y
vaya si lo hizo. Con una presión asfixiante de los delanteros del Granada, de
un Mikel rico que el solo se encargaba de cubrir a Beñat y Cañas, y con Iriney
como un Pitbull de caza por si alguien se escapaba, el Betis no generaba
peligro. Eso si, bastaba con sobrepasar la línea del medio campo, para ver el
esperpento de la defensa granadina. El único punto negativo de Anquela
anoche. Tanto Borja como Diakhate
cometieron faltas tontas que les costaron sus respectivas tarjetas. A Angulo le
cogían la espalda cada dos por tres; y Nyom, ha pegado un cambio radical de la
temporada pasada a esta. Primero, parece que el entrenador no quiere que suba,
o eso quiero yo creer, sino no se explica su ausencia en ataque. Le falta
intensidad a la hora de defender, no muerde como antes. Y el equipo lo nota. Esperemos
que la próxima jornada, volvamos a ver a la pareja Mainz-Iñigo, esperemos…
Tras constantes arreones de ambos equipos, un palo de Jorge
Molina y una ocasión clara para El Arabi, llego el empate local. Centro desde
la izquierda, donde Torje no baja a defender dejando a Nyom contra dos, centro
medido del lateral del Betis, Alex Martínez,
para que Rubén Castro, sin oposición, solo tuviera que rematar a placer al
fondo de las mallas de Toño. Mal la marca de los dos centrales del Granada.
Justo cuando parecía que el esfuerzo del Granada era en
vano, que toda la lucha no sirvió de nada y que Betis acabaría remontando, apareció
él, el bueno de Mikel. Centro desde la derecha de Nyom, la pelota queda muerta
tras la disputa entre El Arabi y Perquis, y desde atrás, llegador, aparece
Mikel Rico. Cualquiera la hubiera reventado con el alma a la primera. No él. Amago
el disparo, tumbando a Cañas, y batió con la zurda al meta verdiblanco. Obra de
arte. Supongo que si eso lo hace Messi, Cristiano o Falcao sale en todo el
mundo. Pero Mikel, cuya bandera es la humildad y el sacrificio, se conforma.
Falta decir que ahí no acabó el partido, ni mucho menos. Este
Betis tiene eso de no rendirse. Anquela dio entrada a Orellana por Torje, y
creó la completa superioridad del Betis, pues el Granada jugó con uno menos a
partir de entonces. Ultimo balón al palo del Betis. Regalo de Toño al
centrocampista bético Nosa. Y Fin. Tres puntos que vuelan para tierras granadinas,
y el inspector Gordon, alias Anquela, respira de nuevo.
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