Nubes negras campean en el estadio Nuevo Los Cármenes, y lo
peor es que no se atisba ningún rayo de sol que ilumine al pobre de Anquela, que mucha suerte tendrá si
consigue comerse los polvorones en Granada. Mal partido del conjunto granadino
el domingo que deja al equipo en puestos de descenso con tan solo 12 puntos.
El partido fue mas coñazo de lo que se a priori aparentaba,
y es que no es de extrañar que ambos equipos estén donde están a estas alturas.
No exagero al decir que tanto Espanyol como Granada tienen las peores
plantillas de primera división (quizá también el Depor). Y como siempre, es mas
fácil echar a un responsable (normalmente, casi siempre, siempre al entrenador)
que a los que no valen. Por ello dudo mucho que Aguirre pueda aportar poco mas que experiencia y motivación en el
banquillo perico (de poco vale eso en primera) y dudo aun mas que destituyendo
al técnico del Granada, la cosa cambie en el conjunto rojiblanco debido a que
la mayor parte del problema son los jugadores, aparte de que ahora mismo hay
pocos entrenadores de garantías libres (bueno, he oído que Guardiola, que cobra 10 millones de pavos esta libre, pero se nos
sale un pelín del presupuesto).
Analizando el partido en sí, el Granada mereció ganar, y de
hecho el mismo Aguirre lo reconoció en sala de prensa, pero unas veces la buena
actuación de Cristian Álvarez, otras
la nulidad del Granada de cara a gol, e incluso me aventuro a ser hipócrita, la
mala suerte, evitó que el gol subiera al nuevo y reluciente marcador del
estadio.
Como novedad, el ya granadino Ighalo sustituía en punta a Brahimi.
Esto significó varias cosas: de cara a la creación de juego, el equipo empeoró,
ya que no se ponían de acuerdo ni el delantero nigeriano ni El Arabi en bajar a enlazar con los
mediocentros, y ahí el Granada acusó el exceso de partidos de Mikel Rico, exhausto en el día de ayer,
incapaz de subir la pelota arriba, aparte de las carencias ofensivas de Iriney… Por otro lado, cuando el
Granada llegaba, lo hacia de forma clara, bien es verdad que la defensa del
Espanyol era mas bien blandita, gracias a que arriba, los dos delanteros si que
se movían bien, desconcertando a un reaparecido Colotto, central que solo sabe jugar al pelotazo. Personalmente,
veo a Ighalo a un gran nivel, lo único que le falta es rodaje de partidos, pero
le veo cosas que ha aprendido de Geijo
(su forma de pedir la pelota y protegerla) y de otros delanteros africanos,
utilizando su zancada y sprint para el desmarque y el regate. Para solucionar
el problema de salida de balón, fue el afán de futbolista polivalente de Dani Benítez quien se encargó de ocupar
la plaza de tercer centrocampista, para ayudar en la elaboración, pero claro,
esa banda se quedó sin pólvora. Siqueira
no esta, y se le sigue esperando, y el que más le aguarda es Anquela…
Por lo menos el equipo estuvo sobrio en defensa. Espectacular
Diakhate. Era imposible ganarle una
pelota por alto, acabaría el pobretico con dolor de cabeza, o al menos, si no
hubiera sido por una fuerte entrada del delantero italiano Longo, que hizo estremecerse al estadio por los gritos de dolor del
central senegalés; suerte que solo quedo en un esguince. El español solo tiró
una vez a puerta, pero que vez. Paradón de Toño,
que con una parada de esas que te tiras más por puro acto reflejo que otra
cosa.
La nota fea del partido estuvo en una jugada donde Borja Gómez (su mejor partido desde que
llegó), cayo al suelo dolorido de un choque con Stuani, y el Espanyol siguió jugando, evitando la candidatura al
juego limpio si, pero es cierto que si el arbitro no para el juego no hay
porque detener el partido. La jugada no acabo en gol de milagro (bueno vale,
eso o decir que Wakaso no le da al
balón a puerta vacía y Baena lanza
arriba con el balón a 5 metros de la portería sin portero). A ninguno de los
que allí estaban les gusto esa antideportividad, y en especial a Benítez, que le soltó tal hachazo a
Baena que casi le rebana el cuello. El árbitro le perdonó la roja.
Por su parte, el Espanyol jugó a lo que sabe, esperar atrás
y salir a la contra. De la mano de Verdú
el Espanyol intentaba llegar a la meta de Toño,
pero se las carencias del mediapunta (su poca velocidad con el balón), y la
lentitud de los de arriba, hizo que todo intento perico quedara en nada. Si
este chico pule un poco ese defecto, merece estar en un equipo de mas nivel,
pues tiene una visión de juego, liderazgo y capacidad de organización excepcionales.
Otro jugador a destacar es el canterano del barsa, Víctor Sánchez, jugador que jugaba de extremo en el barsa B, Pep le
utilizaba de mediapunta, y en Espanyol juega de lateral o de centrocampista
defensivo, como el domingo. Y parecía que jugaba en esa posición desde que el maestro
Roshi le enseña la kamehameha a Goku.
Esperemos que la próxima jornada, ante el Málaga en la
Rosaleda, el equipo pueda mejorar la imagen, y echarle un par de memoles al
asunto, que sin duda, ese es el principal problema de este Granada, junto a los
problemas internos del vestuario gracias al gañán de Floro Flores…
No hay comentarios:
Publicar un comentario